Rubén Afanador retornó a su natal Bucaramanga en la búsqueda de la luz que iluminaba el patio de su casa donde ritualmente su madre solía sentarse bajo los rayos del sol a peinarse su larga cabellera. Tal vez percibiría las notas de una melodía interpretada con hondo sentimiento por su maestra de piano: Teresa Gamboa. Luz y armonía que lo guiaron para encontrar en el oficio de fotógrafo la magia que embelesa.
Le fue imposible sustraerse a la fascinación de contemplar los retratos iluminados en el álbum familiar o el relato que surge del pasado recuperado por su padre Enrique Afanador, que trasciende la narración para transformarse en una verdadera secuencia fotográfica: “en el barrio Chapinero, ciudad de Bucaramanga existió el “Segundo JARDIN DEL EDEN”, Fernando Afanador Buenahora, como Adán y la bella Catalina Pérez, su Eva. No hubo Caín ni Abel, tampoco árbol prohibido pero si Fernando, Cecilia, Enrique, Ana Leonor y Lola. Al salir de la casita por el occidente vemos árboles de naranjos, a la izquierda una mata grande de cebolleta y junto a ella un míspero japonés imponente, elegante, crecía más alto que la casita”.
La magia del jardín del abuelo que aflora una y otra vez en las fotografías de Ruben Afanador avivó el deseo de transmitir sus experiencias en el Taller: “El ojo del fotógrafo, pasos para el desarrollo de una visión personal” en el curso del cual experimentó el placer de ejercer el oficio de “profesor”, tal vez por herencia de su madre Isabel Peña Institutora graduada en la Escuela Normal de Señoritas de Bucaramanga.
El Taller orientando hacia el reconocimiento individual de los trabajos presentados por los treinta (30) alumnos seleccionados permitió recoger la experiencia de los contenidos temáticos, el análisis de los elementos técnicos, creativos y estéticos de la obra de los participantes, considerados como instancia activa dentro del proceso de aprendizaje facilitando así que el bagaje de conocimientos del maestro se entrelazara de manera dinámica y generosa marcando una nueva etapa en la relación entre maestro y discípulo. En la exposición “30 Fotógrafos” resultante del ejercicio del taller se hace evidente como hilo conductor una temática perceptible y variada que delata una breve dedicación a la fantasía, a lo subrreal, una concepción de imágenes fijadas fotográficamente que trasmite una expresión ensoñadora de ensimismamiento espiritual.
El MAMB agradece a la UNAB la distinción de presentar en nuestra sede la exposición “30 Fotógrafos” en el marco del evento que hace parte del lanzamiento de la Feria ULIBRO 2011 haciendo posible la fusión de metas e intereses comunes: la educación y la cultura con el fin de construir un nuevo país.
Lucila González Aranda
Directora
Museo de Arte Moderno de Bucaramanga-MAMB
Palabras apertura exposición "30 FOTÓGRAFOS RUVEN AFANADOR"
No hay comentarios:
Publicar un comentario