miércoles, 22 de diciembre de 2010

APERTURA EXPOSICIÓN DÉJEME SANO, ÑERO



Déjeme sano, ñero.

Bajo el título de “Déjeme sano, ñero” el Museo de Arte Moderno de Bucaramanga-MAMB, ha reunido en sus salas de exposiciones una exhibición de 50 fotografías del joven fotógrafo Gilberto Ruiz, discípulo del maestro de maestros de la fotografía en Santander: Oscar Martínez Vásquez.

“Toda fotografía es una especie de memento mori (momento congelado) observó una vez Susan Sontag. Fotografiar significa participar de la condición mortal, de la vulnerabilidad y la variabilidad de las otras personas o de las cosas”.
Estas personas nos dicen cosas hondas sobre la libertad de pensamiento, la independencia mental, sobre los abismos personales en los que a veces hay que caer para no caer en el abismo social. La libertad anárquica del ñero debe ser un recuerdo de nuestra peligrosa mansedumbre y nuestra más azarosa cobardía. Un acicate para pensar sin prejuicios. El que resuelve vivir al margen, en la calle, y de ahí no quiere salir; merece solamente una actitud de parte nuestra: respeto.1

Gilberto Ruiz rechaza concentrarse en un instante decisivo, que todo, fotógrafo de prensa con práctica profesional sabe captar con su cámara en una décima de segundo. En lugar de congelar con cristalina claridad el movimiento en temas instantáneos, Ruiz abre y cierra repentinamente el diafragma, coloca las capas sucesivas de luz una sobre otra y agrupa en una placa fotográfica un sinnúmero de instantes irrecuperables. Como si se tratase de captar la vida en cada instante, acumula tiempo en largas exposiciones. Pero al mismo tiempo se sirve de un elemento que encierra en sí, por definición, la fugacidad y la muerte.

Ruiz narra en forma sutil la situación de los habitantes de la calle con los cuales nos encontramos a diario pero los trasformamos en seres invisibles o simplemente en componentes ineludibles del paisaje urbano.

El carácter mágico de esta serie de imágenes se ve potenciado por la perfección técnica de las fitografías, por su suprema nitidez, es como si el tiempo vital se secase en el medio trasmisor de la fotografía para apropiarse de los ámbitos temporales de la naturaleza humana. De este modo Gilberto Ruiz crea una imagen plástica que expresa la esperanza de que sea posible librarse de los grilletes de la propia existencia.

BIENVENIDO GILBERTO AL MUNDO PROFESIONAL DE LA FOTOGRAFÍA Y ESPERAMOS PODER ABRIR LAS PUERTAS DEL MAMB PARA SU PRÓXIMA EXPOSICIÓN.

1. Hector Abad, Columnista El Espectador.

Lucia González Aranda
Palabra apertura exposición “Déjeme sano, ñero”

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